No hubo sorpresas con la sobre tasa (90 puntos básicos) ni con el exceso de cantidad demanda, pero la operación reflejó la apetencia de los inversores institucionales por los títulos sustentables.
La entidad presidida por Carlos Torres Vila (nada que ver con el cantante argentino) colocó ayer viernes 1.000 millones de euros a través de un bono verde senior preferente en euros, a un plazo de siete años, con vencimiento en marzo de 2031.
La demanda alcanzó los 3.300 millones: tres veces más que los títulos ofrecidos por la entidad. La sobre demanda por los activos verdes, que triplica o cuadruplica los montos ofrecidos, es usual en los mercados (el record lo tiene Telefónica que, a fines del año pasado, recibió ofertas por el equivalente a seis veces el volumen ofertado) y demuestra la voracidad de los inversores institucionales este tipo de títulos, emitidos, por supuesto, por colocadores considerados solventes y serios. En tal sentido, recordar que el BBVA en solo cuatro años, más que duplicó su capitalización en euros.
El precio quedó resultó en una sobre tasa de unos 90 puntos básicos, muy por debajo del precio de la salida al mercado (alrededor de 120 puntos básicos). Se trata de una sobre tasa también “usual” para el segmento de primera línea, adonde pertenece la entidad, para bonos de este tipo. Los bancos colocadores fueron BBVA, Commerzbank, HSBC, Natixis y UBS.
La emisión forma parte del plan de financiación de BBVA para 2024 y está destinada a preservar la porción de capital propio mínimo que están obligados a tener los bancos frente a sus pasivos (una relación llamada en España MREL). Además, responde al deseo de la entidad de realizar “al menos” una emisión sostenible al año.
Aprovechando la liquidez de los mercados, lo largo de este año BBVA se endeudó en los mercados de capitales con otras tres emisiones: una de deuda sénior en dólares en dos tramos, con un volumen de 2.000 millones de dólares; otra de deuda subordinada Tier 2, por valor de 1.250 millones de euros, y una de deuda sénior preferente con un volumen de 1.250 millones de euros. Desde 2018, BBVA tenía emitidos otros cuatro bonos verdes: un bono sénior preferente por 425 millones de francos suizos en 2022 (unos 441 millones de euros); dos bonos de deuda sénior no preferente emitidos en 2018 y 2019 con 1.000 millones de euros, respectivamente, y un bono contingente convertible (CoCo) emitido en 2020 con otros 1.000 millones de euros. Asimismo, lleva emitidos dos bonos sociales de deuda senior preferente, por un volumen de 1.000 millones de euros cada uno, cuyo propósito fue paliar el impacto de la covid-19.